La mayoría
pensaría que en este apartado se establecerá como es la vida a través de la
literatura y lo difícil que es subsistir actualmente dependiendo de la
literatura que manejamos, sin embargo, es necesario dejar de verla como una
medio económico, y poder encontrar su función y propósito para cada quien y
como le permite desarrollarse como ser, fortaleciendo su identidad y acercándolo
a la verdad.
Con el paso del
tiempo se ha denominado a la literatura de diversas maneras, la mayoría convergen
a una definición global, en la que manifiestan que la literatura es el arte de
escribir, transmitir conocimientos y comprender el “yo y las circunstancias”, además
de gozar de una clasificación por géneros (según como se pretenda trasmitir,
escribir y comprender), historia, cultura y “libertad”. La ciudad de cristal,
incita a una literatura discursiva, es decir, para la comprensión y un provecho
mayor de la obra, esta pretende volvernos críticos y curiosos, de tal manera que
vivamos la literacidad. La obra refleja el conflicto que existe en el no poder
transmitir lo que se conoce, y redefine la locura hasta tal punto de hacernos
sentir fuera de nosotros mismos.
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