A
pesar de que la historia maneja diversos puntos de vista, los cuales son
aportados por los diferentes personajes que participan en ella. El mundo que
muestra la novela, es un mundo de oscuridad y tinieblas, un mundo que fácilmente
puede atraparte en sus laberintos y hacerte sentir perdido, e incluso que no está
esa salida para el laberinto, salida que nos va a permitir disfrutar de lo que
somos y en últimas ser feliz. Sin embargo, el mundo está compuesto por
complementos, es decir, donde existe lo solido existe lo frágil, si hay
oscuridad es porque existe la luz, si hay un sol es porque veremos la luna; y
en un laberinto que alberga oscuridad y desesperación, también comprueba la
existencia de la luz y la esperanza, Todo esto reflejado en nuestra
perseverancia de seguir siendo el detective del caso, de la necesidad de ver la
verdad, la obligación de fragmentarnos por cada pasillo falso que escogemos y
por cada sensación de pérdida, el “no rendirnos” será la clave para llegar, no
solo al final, también nos mostrara quien en realidad somos ante el laberinto y
para el mundo.
Por
lo general se cree que debemos aportar a la lógica del mundo creando algo
novedoso o siendo alguien reconocido, sin darnos cuenta que esa lógica es la
que nos hace perder en el laberinto, y más irónico aun es que sea, tal vez, la lógica
que más nos haría aprender de nosotros mismos. Sin embargo el creer en nuestra
propia lógica y el aceptar y comprender la de los demás nos permitirá hacer del
laberinto pate de nuestro mundo y no al laberinto todo nuestro mundo.
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